Una externalidad es una situación en la que los costes o beneficios de producción o consumo de algún bien o servicio no se reflejan en su precio de mercado. En otras palabras, son externalidades aquellas actividades que afectan a otros sin que estos paguen por ellas o sean compensados. (Wikipedia)
Las externalidades dañinas en el turismo no se incluyen en el precio de los productos ni se capturan en las ganancias de la empresa de turismo: sus costos aparecen en otros aspectos, a menudo en la vida de los habitantes de la isla y en el medio ambiente. Algunos de estos efectos pueden ser irreversibles.
El turismo es la potencia que impulsa y moviliza un enorme porcentaje de la economía en algunas partes del mundo. Se producen externalidades cuando las empresas no tienen en cuenta la totalidad de los efectos que crean para el conjunto de la sociedad y el medio ambiente.
Como en muchas actividades económicas, la industria turística también genera externalidades negativas.
Si bien el turismo tiene un aspecto positivo, dado que es el sustento de muchas familias que viven de dicha actividad, a su vez conlleva un aspecto negativo ya que provoca grandes riesgos, como ser impactos ambientales, modifica los espacios de acción, interviene en la cultura e identidad de los pueblos, etc.
¿Ahora bien, a qué llamamos externalidades negativas del turismo?
Son las consecuencias que afectan directamente a la sociedad local, como por ejemplo, la gentrificación de lugares en los cuales se generan aumentos de coste de vivienda, alimentos, restaurantes y bares uso del espacio en las calles, parking y tráfico por ejemplo.
La dependencia única al turismo, que resulta de un modelo de negocio orientado a la explotación de los recursos de la isla, también tiene sus costes. Si por alguna razón no hay turismo, no existen otras industrias que pueden recuperar la pérdida de ingresos y el desempleo que se creara.
Por otro lado, la naturaleza y los recursos naturales también se afectan. Por ejemplo: aunque los hoteles pagan el agua que usan, si en algún momento el agua escasea en la isla, habrá que traerla desde la península.
La contaminación de todo lo que se transporta a la isla afectará el medio ambiente y el sobre coste económico e impacto medioambiental lo pagaremos todos.
Consecuencias económicas del turismo
Inflación: el incremento de los precios en hoteles, alquiler de casas, autos, entre otros servicios es un ejemplo de la inflación que se da en el turismo, muchas veces por ofrecer más de los servicios que puede brindar una región.
Alteraciones en la economía local: Esto se genera por el abuso que hace el turista en las regiones, como así también por el excedente de trabajadores provenientes de otros lugares, en busca de oportunidades que no obtienen en sus ciudades.
Consecuencias socioculturales del turismo
Todo aquello por lo que, como turistas elegimos un destino, ya sea su cultura, tradiciones, arquitectura, termina sufriendo la desculturización del destino, forzando a la población anfitriona a adoptar modelos culturales diferentes a sus tradiciones, con el objetivo de promocionar dicho destino y captar nuevos visitantes.
Estos impactos se observan en el deterioro del entorno favorecido por la polución, la reducción de los recursos, la devastación de la fauna y la flora local, el hacinamiento en el tráfico y la contaminación visual y arquitectónica, entre muchas otras.
Minimizar las consecuencias – Abordar las externalidades
Escala de la externalidad.
Cuando las empresas crean valor a través de la extracción, la mejor manera para ellos de aumentar ese valor es a través de la eficiencia y la escala.
Se invierte en eficiencia y en crecimiento agresivo, de modo que puedan escalar para capturar el mayor valor posible y defender su terreno contra otras empresas.
El tiempo que un turista está fuera de un hotel es bueno para el hotelero, porque no produce costes para su organización. Cuando un huésped sale del hotel el coste de su estancia se transfiere a la sociedad y al medio ambiente.
Así suele funcionar el turismo en Mallorca y en casi todo el mundo. La cadena de valor de un turista empieza con una agencia/touroperador dentro o fuera del país, con transporte al destino, alojamiento y actividades extra hoteleras y termina con el transporte de vuelta.
Todas las empresas involucradas en la cadena de valor no tienen en cuenta estas externalidades negativas y siguen la misma estratégia de crecimiento agresivo para ganar mercado. El crecimiento es la única respuesta que encuentran para conseguir estos retos. El aumento de la masificación del turismo, que se puede observar año tras año.
El pago del turista de la ecotasa, será una aportación al impacto ambiental y ecológico, si se dedicara a esto. Lo cierto es, que para los habitantes de la isla su impacto queda irreconocible, porque no se siente en ningún sitio un alivio.
Las externalidades siempre van a existir. La cuestión es hasta qué grado y quien define los límites. Lo importante es entender que el culpable no es el turista, son los que ganan del turismo y los que tienen que regularlo.
Si las estancias turísticas superan el volumen socialmente oportuno en una isla, es claro que las externalidades son más negativas que positivas. Ahora bien, ¿cómo podemos solucionar esto?
Lo que debemos lograr es un involucramiento por parte de las administraciones, que reorganice la cantidad producida y cubra a los habitantes que padecen los efectos negativos.
Las administraciones actualmente cuentan con los siguientes instrumentos para solucionarlo: gravar las actividades turísticas, poner un límite máximo a la cantidad turística producida y la tasa turística por pernoctación (ecotasa) en alojamientos.
Apuestas del impacto.
El impacto de una economía que depende sólo de una industria nunca es irreversible, pero requiere mucho tiempo y esfuerzo para que la economía local se recupere y empiece a ser sostenible en todos los sentidos.
Hay varios caminos que pueden redirigir el impacto a la sociedad, el medioambiente y la economía local.
Restricción y responsabilidad a la fuerza sobre los costes reales del turismo por parte de la industria de turismo.
Este camino duele y requiere que todos tiren de la cuerda. Es decir, depende de que la industria de turismo y la política entiendan a la fuerza, que el impacto negativo del turismo con crecimiento agresivo genera un gran impacto negativo.
No tiene sentido seguir con el discurso de que el turismo trae prosperidad y trabajo.
- La prosperidad es falsa, porque no es sostenible. El turismo ha eliminado una economía más diversa y sostenible.
- El trabajo es en su mayoría básico y mayoritariamente de servicio con sueldos bajos.
Los signos de la degradación del lugar y del servicio del producto turístico son innegables.
El cambio climático, la escasez de recursos naturales, energía son también innegables. Por lo cual, sería lógico que una empresa vea y afronte estos problemas, en vez de combatirlos con más crecimiento.
- Reconocimiento y autorregulación por parte de la industria del turismo.
- Un cambio hacia la sostenibilidad se podría co-crear con la sociedad misma del lugar para asegurar que todas los aspectos de una integración sana del turismo en su ambiente será garantizado.
- El fomento de economía local, que no dependa del turismo para crear más diversidad de trabajo e ingresos para los habitantes.
- Costes a largo plazo.
El coste será inmenso, pero comparado con las ganancias de la industria justificable. El esfuerzo y las externalidades negativas lo tiene que pagar también la sociedad, ya que ha permitido la codicia de la industria y ha aprovechado de esta situación de demanda y el crecimiento de la monocultura económica en Mallorca.
Aparte del coste económico, es el reconocimiento lo que más va a costar. Porque no es fácil ver que uno se ha manejado en un camino sin salida y con poco espacio para girar.
Lo bueno es que siempre se puede girar la dirección, aunque no es sencillo.
Caminos hacia la reducción.
Acciones que lleven a preservar el capital humano y natural e idear nuevas acciones para salvaguardar las áreas protegidas, la creación de medidas de planificación y gestión, la comunicación de campañas de sensibilización y responsabilidad social en cuanto al efecto del turismo en el medio ambiente tanto dentro de las comunidades locales como de los visitantes.
Emplear estrategias de precios:
Los precios podrían ser un eficaz instrumento para lograr niveles sostenibles de demanda, como por ejemplo, motivar a que el turismo se genere también en temporada baja, cuando su impacto para los residentes es menor.
Hacer un marketing realista:
El marketing puede ser una herramienta que acompañe al buen turismo, educando al turista y mejorar su actitud. El visitante no es absolutamente consciente del daño que puede causar en los lugares de destino. El marketing puede enseñar al viajante para que respete la cultura local y mejorar de este modo la convivencia.
Gestión de la saturación turística:
Se puede decir que es una acción bastante difícil de lograr, ya que por un lado es beneficioso que haya mucho turismo, pero a su vez genera muchos malestares.
Entonces, es mejor adoptar una modalidad preventiva de control de accesos. Es oportuno evitar dar facilidades a los grandes medios de transporte turísticos.
Evitar que el turismo pase a manos de inversiones y franquicias internacionales:
Para evitar que manos externas se apoderen del turismo, es necesario una comunidad local unida, fuerte y proactiva. El surgimiento de los residentes luchando por un cambio en el modelo turístico que les afecta también juega un rol fundamental.
Son quienes sufren las externalidades negativas, como por ejemplo, la saturación turística. Si no existen asociaciones locales organizadas políticamente, el problema se vuelve crónico.
Vulnerabilidad del grupo o sistema afectado.
Más allá del peso e injerencia que tengan los gobiernos municipales en el turismo, los ayuntamientos no tienen poder para influir en el tráfico causado del turismo y su influencia al ecosistema de la economía local.
En estos casos, son los gobiernos regionales y nacionales los que pueden decidir cómo proceder, teniendo en cuenta que sus intereses son diferentes a las necesidades del destino y sus residentes.
El turismo es complejo. No obstante, es fundamental que todos los implicados en mejorar esta actividad empiecen a reconocer el problema, se pongan de acuerdo en el diagnóstico y busquen formas de coordinar sus decisiones.
Herramientas básicas para minimizar las consecuencias perjudiciales hacia la sostenibilidad del turismo.
- Ver el problema de manera holística.
- Incluir todos (medio ambiente, habitantes, turistas, administración pública y la industria del turismo) en la co-creación de nuevas propuestas y conceptos.
- Pensar en conceptos que salen de lo conocido.
- Considerar regulación.
- Menos es más.
¿Quieres participar en la co-creación de una nueva propuesta turística en Mallorca? Ayúdanos a rellenar esta breve encuesta.
Con tu ayuda, queremos estudiar el efecto que tiene el turismo en los habitantes de Mallorca. Esta encuesta forma parte de nuestra investigación sobre la influencia que tiene el turismo en la convivencia social de Mallorca.